Planteamiento
general del problema.
El cálculo no es más que una
herramienta para prever si las formas y dimensiones de una construcción,
simplemente imaginada o ya realizada, son aptas para soportar las cargas a que
ha de estar sometida. No es más que la técnica operatoria que permite el paso
de unas concepciones abstractas de los fenómenos resistentes a los resultados
numéricos y concretos de cada caso o grupo especial. Todo proyectista que
descuide el conocimiento de sus principios, esta expuesto a grandes fracasos.
Para acertar en la concepción y traza
de las estructuras, y aun de las construcciones en general, es necesario
conocer bien las causas profundas, la razón de ser, de su mayor o menor aptitud
resistente, se trata de considerar el problema desde puntos de vista más generales
y cualitativos.
Las obras no se construyen para que
resistan. Se
construyen para cumplir una finalidad o función y para que como consecuencia
esencial la construcción mantenga su forma y condiciones a lo largo del tiempo.
Su resistencia es una condición fundamental, pero no es la finalidad única, ni
siquiera la finalidad primaria, las funciones primarias podrían agruparse en la
siguiente forma:
1 Aislar un determinado volumen del
exterior
2 Sostener cargas fijas o móviles
3 Contener empujes horizontales o
establecer un parámetro, que soporte los empujes de tierras, aguas u otros
materiales líquidos, áridos o materiales análogas.
La finalidad funcional primaria va
siempre acompañada de otras, más o menos obligatorias que determinan infinidad
de variaciones, y que dan personalidad propia a cada concreto. Existen pues,
unas condiciones imprescriptibles, otras puramente accesorias o de
conveniencia, y unas intermedias absolutamente necesarias cualitativamente,
pero que admiten, en lo cuantitativo un margen mayor o menor. En todos estos
casos hay que llegar a un compromiso con las posibilidades técnicas y
económicas, la gran importancia que tiene fijar, en cada caso, la finalidad y
las características de la construcción propuesta, diferenciado en ellas lo esencial
de lo conveniente, y de lo simplemente accesorio.
Toda construcción tiene una función
resistente que cumplir, el mantenimiento estático de las formas a lo largo del
tiempo. En definitiva, se requiere mantener sus prioridades, necesarias o
interesantes, frente a cualquier agente al que vaya a estar sometida la
construcción, la obra debe de ser lo más económica posible.
El costo depende a su vez, de multitud
de variables, tales como: el precio de los materiales, el valor de los jornales
y el rendimiento de la mano de obra, el de los gastos generales y de todo orden
que pesan sobre el conjunto, así como del proceso constructivo se elija dentro
de los que el avance de la técnica permita en cada caso. La economía total de
un tipo de construcción o un elemento, pueden influir factores tan variados
como :el clima, la superficie y densidad de población nacional, la facilidad de
sus transportes, la industrialización del país, la capacitación del personal
obrero, el volumen de elementos análogos en otras obras simultaneas o que se
han de realizar en un futuro próximo, etc.
La condición estética debe incluirse
siempre en la construcción como una de tantas condiciones esenciales o
accesorias de la finalidad que se busca. Cada material posee un conjunto de
características propias que lo hacen más o menos apto para un tipo de
construcción o parte de ella, para uno u otro proceso constructivo, para una forma de solicitación mecánica, etc.
Por último, no debe echarse en olvido
la técnica o proceso constructivo que se pretende seguir, depende,
naturalmente, de los materiales que se utilicen y otras condiciones como:
existencia y economía de la mano de obra para él, o de la maquinaria auxiliar
correspondiente, plazo que obligue a adoptar el sistema más rápido o, por el
contrario, el más económico; número de repeticiones de elementos iguales que
permitan la amortización de determinadas instalaciones, etc.
Cada construcción tiene su finalidad y
sus características propias, tiene en consecuencia unas condiciones resistentes
que cumplir, tiene unas exigencias económicas y de plazo de construcción,
también, una representación estética más o menos exigente. La función
resistente o estática es esencial, pero, no es la razón única y primordial de
la construcción, el tema que se ha de analizar y que podría definirse es:
<<De cómo elegir el tipo estructural que, dentro de las condiciones que
le impone su finalidad, resulte más adecuado y económico para construirlo con
los materiales y las técnicas que se dispone>>, es decir, la parte de la
construcción que garantiza la función estática, se le llama estructura.
El problema a de plantearse con estas
cuatro premisas: finalidad utilitaria, función estructural o estática;
exigencia estética y limitación económica.
El resultado debe comprender estas
cuatro cosas: el material, el tipo de estructura, sus formas y dimensiones, y
el proceso de ejecución, las dimensiones y los medios auxiliares por utilizar.
Esquematizado se podría decir que se
tienen las siguientes condiciones:
-
Material
-
Tipo
estructural
-
Forma
y dimensiones resistentes
-
Proceso
de ejecución
El proyectar, aun cuando solo sean
estructuras, tiene mucho más de arte, sentido común, de afición, de aptitud, de
delectación en el oficio de imaginar la traza oportuna; todas ellas están tan
ligadas entre sí, que, continuamente el tratar de una habrá de referirse a
otra; y solamente, al integrarlas después, podrá lograrse alguna garantía de
acierto en su ejecución.
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